¿Cómo comer saludable sin pensar en dietas?

¡Deja de pensar en dietas!

Conoce aquí las claves para una alimentación saludable sin castigar el placer de comer.

Escrito por: María Luisa Mendoza, Medica nutrióloga y coaching gastronómico. Fundadora de: Puerto Verde Colombia

Tener una alimentación balanceada es fundamental para alcanzar un estilo de vida saludable y aunque parezca increíble y muchas veces te digan lo contrario, no necesitas sacrificar el placer del comer ni hacer dieta para lograrlo. La realidad es que la palabra “dieta” ésta siendo mal utilizada, una dieta es un plan de alimentación que es creado por profesionales de manera personalizada para las personas que sufren alguna condición médica que lo requiere como parte de su tratamiento, no es el camino para cambiar el estilo de vida, no es una moda.
 
Por esto, para hacer un cambio real y disfrutar el proceso debemos empezar por tomar decisiones inteligentes que te ayuden a que tu nueva manera de alimentarte se sostenga en el tiempo mientras disfrutas del placer de comer.
 
Aquí te dejo algunos tips que te van ayudar en el proceso:

1. Aprende a diferenciar cuando comer.

Hay una gran diferencia entre el comer por hambre real (También conocida como hambre de estómago) y el hambre emocional. Deber empezar a ser consciente de tus decisiones y en vez de dejarte llevar por los antojos, elegir en ese momento cambiar el chip y buscar una actividad que te aleje de la comida como hacer ejercicio, meditar, escuchar música o alguna actividad que disfrutes.

2. Come con calma, sin apuros y sin distracciones.

Muchas veces comemos frente a la TV, computador o con el celular en la mano y a toda velocidad y no somos conscientes de lo que llevamos a la boca ni la cantidad, por comer a toda velocidad. Saca el tiempo para tus comidas, tomate al menos 15 minutos para disfrutar tú plato, aléjate de la tecnología. Si estas en casa come en compañía de tú familia, saboreando cada bocado, disfrutando el aroma de los alimentos, la textura y sabor.

3. Crear un AMBIENTE SEGURO en casa y en el trabajo también.

Retira de tú alacena, nevera y de los cajones en la oficina todos esos alimentos que están llenos de calorías vacías, es decir alimentos procesados que te generan “tentación” como galletas, dulces, papitas de paquete, gaseosas y demás.

4. Crea tu lista de compras antes de ir al supermercado.

Planea el menú de la semana y crea tú lista donde incluyas alimentos frescos y naturales de temporada y evita estos alimentos empaquetados y ultra procesados como embutidos, cereales de caja (con sabores artificiales y azucares añadidos), jugos, alimentos azucarados, salsas o aderezos. 

Al despertar toma 1 vaso de agua, lleva contigo una botella de agua, hidrátate durante todo el día y ten en la nevera una jarra con agua y zumo de limón o trozos de fruta para cambiar el sabor. 

6. Crea preparaciones con mucho sabor.

Elige una buena porción de alimentos ricos en proteína para tus comidas: Huevo, pollo, pescado, carnes bajas en grasa, legumbres, queso fresco, yogurt griego son alimentos que deben hacer parte de tú menú, estos te van ayudar para mantener una buena masa muscular y a sentir saciedad, evitando que comas más de lo que necesitas y mantengas un peso adecuado.

7. Incluye alimentos ricos en fibra en tú día a día.

Vegetales, frutas, cereales integrales como arroz integral, hojuelas de avena, quinua, semillas de chía, girasol, calabaza y frutos secos como las almendras y nueces son ricos en fibra. La fibra te ayuda a sentirte satisfecha, controlando así mejor las porciones y evitando que estés picando durante el día, además te ayuda a mejorar tú digestión junto con el consumo de agua y a regular los niveles de colesterol y azúcar en sangre.

8. Pon mucho color a tus comidas.

Comemos con los sentidos, así que prepara tu ensalada o plato de vegetales con al menos por 3 variedades de diferente color, ya sean frescos, salteados o cocidos, así estarás incluyendo diferentes nutrientes y tendrás un plato apetitoso que vas a querer probar. Acompáñalos con aderezos naturales como el vinagre, limón o aceite de oliva en vez de los aderezos que venden en tiendas y supermercados.

9. Cambia los postres o dulces por frutas.

Elige la fruta que más te guste para reemplazar los dulces o postres que comes en el refrigerio o después del almuerzo. Si estas en casa puedes poner en el horno una manzana verde en rebanadas con 1 cdita de panela y  canela espolvoreada o para llevar al trabajo una taza de fruta picada.

10. Adiciona alimentos crocantes en tus preparaciones. Semillas de girasol, calabaza, ajonjolí, chía y frutos secos como nueces y almendras entre otros son ricos en grasas saludables y también generan una sensación de placer al comerlos. Ese crujiente en el oído y la sensación crocante en la boca cuando masticamos emite unas señales al cerebro que interpreta como placentera, así que podrás disfrutar de platos sanos sin sacrificar el placer del comer. 

Adoptar una alimentación saludable no tiene por qué implicar seguir dietas estrictas o renunciar al placer de comer. Siguiendo estos consejos y haciendo elecciones inteligentes, puedes disfrutar de una alimentación equilibrada y sabrosa que te ayude a mantener un estilo de vida saludable a largo plazo.